Sobre la deificación del cuerpo de Cristo: واعلمْ أنّه يُقال بأنّ جسد الرب قد تألّه وصار مساوياً لله وصار إلهاً، ليس أنه تعرّض لتبديل في الطبيعة أو تحويل أو تغيير أو تبلبل، بل ذلك -كما يقول غريغوريوس اللاهوتي- “إنّ أحدهما قد ألّه والآخر قد تألّه، وكلاهما متساوين في اللاهوت والماسح صار إنساناً والممسوح صار إلهاً”. ذلك، ليس بتبديل طبيعة، بل باتحاد تدبيري، أعني الإتحاد في الأقنوم الذي به اتحد الجسد بلا انفصال بالله والكلمة والذي هو نفوذ كل من الطبيعتين في الأخرى، على نحو ما نتكلم أيضاً عن نفوذ النار في الحديد.
Así como reconocemos que la deificación ocurrió independientemente de la transmutación y transformación, también creemos que la deificación del cuerpo ocurrió también, porque el Verbo -aunque se hizo carne- nunca se apartó de los reinos de su propia divinidad ni de la gloria digna de Su divinidad. El cuerpo tampoco -cuando fue divinizado- no se apartó de su propia naturaleza ni de sus potencias naturales. Las dos naturalezas de Cristo quedaron -también después de la unión- no fusionadas, y sus propiedades no fueron defectuosas, porque el cuerpo del Señor adquirió acciones divinas debido a su unión purísima con el Verbo -es decir, en la hipóstasis- sin jamás abandonando las propiedades de su naturaleza como consecuencia de su hipóstasis. Hace lo divino, no en virtud de su propia actividad, sino gracias al Verbo unido a él. Asimismo, el hierro calentado por el fuego arde, no porque tenga poder de arder por su naturaleza, sino porque lo adquirió por su unión con el fuego.
En que también la voluntad humana ha sido divinizada: Por lo tanto, el cuerpo mismo, que en sí mismo estaba muerto, se ha vuelto vivificante como resultado de su unión hipostática con el Verbo. Asimismo, también decimos: La deificación de la voluntad no se debió a un cambio en su movimiento natural, sino que fue porque se unió a la voluntad del todopoderoso Verbo Divino, y pasó a ser voluntad del Dios encarnado. . Por lo tanto, cuando Cristo una vez quiso disfrazarse, no pudo hacerlo por sí solo. La Palabra de Dios se complació entonces en revelar la debilidad de la voluntad humana escondida en él (ver Marcos 7,24) y una vez más cumplió su objetivo. limpieza del leproso debido a su unión con la voluntad divina (ver Mateo 8:3).
واعلمْ أن تأليه الطبيعة والمشيئة لدليل وبرهان ساطع على أن الطبيعتين إثنتان والمشيئتين إثنتان. فكما أنّ الإحماء لا يُحوّل طبيعة الشيء المحمّى إلى طبيعة النار، بل هو يدل على المحّمى والمحمّي، ولا يدل على واحد لا غير، بل على شيئين اثنين، كذلك التأليه أيضاً، فهو لا يؤلّف طبيعة مركبة واحدة، بل اثنتين وذلك باتحادهما في الأقنوم. لذلك يقول غريغوريوس اللاهوتي: “إن واحداً منهما يؤلّه والآخر يتألّه”. وبقوله “منهما” يظهر بأنهما اثنان: الواحد والآخر.

