Quedó huérfano a los dieciséis años. Se retiró al desierto en la región de Nueva Cesarea a orillas del Éufrates. Se unió al estandarte de un ermitaño llamado Mayum. Este hombre vivía en completa pobreza y comía sólo una vez cada cuatro días y sólo de lo que el Señor Dios le facilitaba. Cuando su padre espiritual quiso partir hacia otro lugar, Ananías prefirió quedarse en el lugar donde primero se había aislado del mundo.
Permaneció en la celda de su padre y en ocasiones salía al desierto interior a pasar unos días. Por la gracia de Dios, pudo contener bien sus deseos y se preparó para recibir la gracia de Dios hasta el punto que los depredadores y la naturaleza se sometieron a él como a Adán en la antigüedad, y dos leones lo acompañaron cuando entraba y salía.
La fama de la santidad de Ananías se extendió por aquellos lugares, y un gran número de hombres y mujeres acudían a él llevando a sus enfermos, y él los sanaba con la bendición de la oración. También realizó muchos milagros, consolando a sus cansados visitantes. Una vez, un pobre, agobiado por las deudas, se acercó a él y le pidió una buena acción, pero el santo no encontró nada que darle, por lo que le dejó el burro a pesar de que lo necesitaba desesperadamente.
Una vez más Dios le informó que una columna, un hombre de virtud, había sido golpeado por un hermano envidioso, por lo que bajó de la columna con la intención de vengarse, tentado por el diablo, por lo que Ananías le envió un mensaje que fue transmitido por uno de los dos leones, sus compañeros, instándolo a seguir el camino de la paz. Al-Amoudi quedó asombrado al ver que el león se acercaba a él. Cuando leyó la carta, su ira se calmó, dejó de actuar estúpidamente y volvió a la columna. Ananías pasó noventa y cinco años en Qaliyah. Cuando cumplió ciento diez años, reunió a sus alumnos y los nombró líder, les proporcionó sus instrucciones y predijo con precisión los acontecimientos que tendrían lugar en el momento apropiado. Cuando completó su camino, descansó en paz en el Señor, lleno de virtud.
La iglesia lo celebra el 18 de marzo.