No sabemos mucho sobre la vida de San Marcos, que vivió en el siglo V d.C. Se convirtió en monje cerca de Ankara en Asia Menor y fue elegido jefe del monasterio hasta que decidió aislarse en el desierto. Le encantaba trabajar duro en todo. Alcanzó los más altos niveles de ascetismo y virtud. Esto lo confirman sus declaraciones escritas que indican su profundidad, amplitud y gran beneficio.
San Marcos es llamado el hacedor de milagros. Escribió escritos muy valiosos para beneficio de sus discípulos y de muchos creyentes, sobre los cuales un dicho común entre los monjes era: Vende todo y compra a Marcos. Según el historiador Nicéforo (1256-1335), escribió treinta y dos libros. Pero las obras que tenemos hoy son ocho, la más destacada de las cuales es “La Ley Espiritual”.
A continuación se presentan algunos de sus dichos mencionados en la “Ley Espiritual”:
- Cuando recuerdes a Dios, ora todo lo que puedas para que Dios te recuerde cuando lo olvides.
- Cuando una persona humilde lee la Biblia entiende que está dirigida a él y no a nadie más.
- La ley de la libertad se nos llega a conocer a través de la lectura, se realiza al cumplir los mandamientos y se cumple por la gracia de Dios.
- Quien oculta su culpa y sus culpas a los demás elogiándolos no es una persona pura.
- A quien sea agraviado por la gente y sea paciente con alegría, Dios lo cubrirá y lo protegerá del pecado. En lugar de tristeza, le da consuelo.
- Presta atención a tus propias faltas, no a las de tu prójimo, así que no pierdas el discernimiento en tu mente.
- El hombre aconseja a su prójimo según su propio conocimiento, pero la Santa Biblia le hace conocer la voluntad de Dios.
- Cuando elogias a una persona por un regalo material, como un filántropo, sin agradecer a Dios, debes saber que luego se te presentará como un hombre malvado.
La iglesia lo celebra el 5 de marzo.