Originario de Creta, tenía una sabiduría comparable a la de los mayores y un intenso amor por la virginidad. Su profesión es la costura. Evitó asociarse con musulmanes y estos se enojaron con él, por lo que empujaron a un niño, alegando que había intentado atacarlo. Después de comparecer ante el juez, lo llevaron a elegir entre el Islam y la muerte, y él respondió que moriría y no negaría a Cristo, por lo que lo golpearon y lo encarcelaron. Permaneció inquebrantable y no le importaron las tentadoras promesas: pronunciaron contra él la sentencia de muerte y, mientras iba a morir, pidió perdón a los cristianos en el camino a la ejecución. Pidió a su padre la bendición para el cuerpo, llamándole a tener paciencia. Los guardias vieron una luz que lo cubría mientras estaba en la horca.
La iglesia lo celebra el 20 de marzo.