La importancia teológica de San Ireneo se debe a dos razones: La primera: Le quitó la máscara con la que la herejía gnóstica había cubierto su enseñanza, afirmando que […]
Primera parte: 2- La educación teológica de San Ireneo Continuar leyendo »
San Ireneo, o el pacificador -como significa su nombre- es el más famoso de los padres del siglo II por su testimonio y defensa de la fe apostólica.
Primera parte: 1- San Ireneo, obispo de Lyon Continuar leyendo »
Introducción de la editorial al libro: “La Predicación Apostólica” de San Ireneo, con un estudio de su vida y enseñanza. En realidad son dos libros en un volumen.
Capítulo cincuenta y uno: La virtud de la virginidad. La eficacia de la enseñanza de Cristo para cambiar el carácter brutal y la tendencia al asesinato y la guerra. 1- ¿Y quién es humano todavía?
Capítulo Cuarenta y Seis Exponiendo el culto pagano, la consulta de ídolos, las leyendas supersticiosas, las obras satánicas, la magia y la filosofía pagana, desde el tiempo de la encarnación. Y mientras vemos
Capítulo Cuarenta y Uno: Respuesta a los griegos. ¿Reconocen la Palabra? Si Él se revela en el orden y disposición del universo, ¿qué se lo impide?
Capítulo Treinta y Seis: Profecías sobre la grandeza de Cristo y sobre [la huida] a Egipto...etc.. 1 - ¿Pero qué rey reinó y venció?
Capítulo Treinta: La verdad de la Resurrección está probada por algunos hechos, que son: (1) El dominio de la muerte, como quedó claro de lo anterior. (2) Las maravillas de la obra de Cristo
Capítulo Veinticuatro: Respondiendo a algunas otras objeciones. Cristo no eligió el método de su muerte porque tenía que probarlo
Capítulo Dieciocho: Las obras de Cristo en la carne demuestran el poder y la capacidad de la Palabra de Dios: al expulsar demonios, al realizar milagros y al nacer de una virgen. 1- Cuando habla
Capítulo Trece Y aquí también: ¿Era posible que Dios permaneciera en silencio y permitiera que los dioses falsos fueran adorados en lugar de hacerlo?
Capítulo Siete: Por otro lado, sabemos que la naturaleza de Dios es constante y no puede cambiar. ¿Están entonces los humanos llamados a arrepentirse?
