Anthimos nació en la gran ciudad de Antioquía (es sabido y notorio que nació en la Kasbah de Kas en la provincia de Alepo) en el año 1717 d.C. Cuando cumplió tres años quedó huérfano de su madre, entonces su padre lo tomó y lo llevó a la ciudad santa de Jerusalén, donde lo presentó a Dios y lo hizo nazareo para el servicio divino. Así lo recibió la Abadesa del Monasterio de Nuestra Señora Santísima, y permaneció en sus brazos hasta su madurez. Así lo recibió el Santísimo Padre Cesáreo y se ocupó de su educación. Como Anthemone era inteligente, de mente aguda e inclinado a citar conocimientos y ciencias, se dedicó a estudiar y leer, destacó en las ciencias modernas y religiosas, y se hizo prominente en sus parejas hasta que se le conoció como el “Líbano”. Estudió árabe, turco y persa de la mano de Sofronio de Halabi, el metropolitano de Acre, quien más tarde se convirtió en patriarca de Jerusalén, y se convirtió en un genio y único en su época.
Fueron nombrados sacerdote, luego archimandrita y ministro de la Sede Patriarcal de Jerusalén. La presidencia de la Escuela Patriarcal de Jerusalén pasó a su cargo. En el año 1774 d.C., fue ascendido al rango de sacerdote y se convirtió en Metropolitano de la Diócesis de Beit Shean. En el año 1787 d.C., el patriarca Procopio vio que era incompetente para administrar los asuntos de la sede debido a su incapacidad y avanzada edad, por lo que renunció y lo nombró su sucesor. Cuando ascendió a la silla patriarcal, mostró gran determinación, coraje, celo y preocupación por preservar a su rebaño, hacerlo avanzar moral y espiritualmente y defender los lugares santos de las invasiones de los extranjeros. Un motivo de orgullo para todos los cristianos ortodoxos. Sabiendo, que Dios tenga misericordia de él, que los libros religiosos que contienen la Palabra de Dios son el único medio para iluminar las mentes de los cristianos y mantenerlos dentro del círculo de la ortodoxia. A pesar de sus abrumadoras preocupaciones e interés en gestionar los asuntos de la Sede Patriarcal, escribió en griego y árabe el famoso libro "Guía", que contiene todas las doctrinas y enseñanzas de la Iglesia Ortodoxa en toda su extensión y detalle. Luego el libro de interpretación de los Salmos, luego el libro de interpretación del Libro del Apocalipsis fue escrito en griego. En resumen, decimos que Anthimos apareció en el horizonte de la Iglesia Ortodoxa como un faro luminoso. Después de gobernar el trono de Jerusalén durante veinte años completos, descansó en el Señor, dejando en las páginas de la historia de la iglesia un recuerdo fragante que no puede borrarse ni en millones de días.
Citado del libro “Interpretación del Apocalipsis de Juan el Teólogo” del Patriarca Anthimos
Traducido por el Padre Youhanna Hazboun
Publicaciones de la Asociación de Educación y Cultura Ortodoxa - Ammán 1984
