Tertuliano nació alrededor del año 155 en Cartago de padres paganos. Recibió lecciones avanzadas y destacó en filosofía, literatura e incluso medicina. Estudió derecho y ejerció la abogacía. Se convirtió al cristianismo alrededor del año 193. Sin embargo, en el año 207 pasó a la herejía montanista, que es una herejía extremista. A pesar del error en el que cayó Tertuliano, se le considera, por lo que escribió antes de involucrarse en la herejía, uno de los más grandes escritores de la Iglesia que dejó un impacto en su trayectoria histórica. La pasión de Tertuliano era el deseo de martirio, y el heroísmo de los cristianos perseguidos pudo haber sido lo que le llevó a abrazar la fe cristiana. Dijo: “Todo el mundo siente una especie de ansiedad ante la firmeza de los mártires. Quiere desesperadamente buscar la razón y, una vez que conoce la verdad, él mismo la acepta”. Tertuliano utilizó un elegante lenguaje latino y una fuerte lógica en sus escritos. Murió alrededor del año 222.
Tertuliano escribió muchas obras que aún hoy se distinguen por tratar temas actuales y contemporáneos. Estos escritos se pueden dividir en tres categorías: escritos defensivos, escritos polémicos y escritos ascéticos. En el marco de sus escritos defensivos, escribió un libro titulado “A los paganos”, que contiene una maravillosa defensa de la creencia en un solo Dios. En cuanto a su libro “La Defensa”, es considerado una obra maestra de la apologética cristiana. En él, el escritor presenta una hermosa presentación del cristianismo y da testimonio de la historia de la época, exponiendo las horribles calumnias de las que fueron víctimas los cristianos. como el asesinato de niños en ceremonias de culto. En el mismo libro, Tertuliano exige libertad religiosa para todos y dice: “Nadie quiere una lealtad forzada”. En otro libro, el mismo escritor se dirige a él “a Scabola”, el cónsul de África que había entregado a los cristianos a los monstruos y quemado a algunos de ellos, advirtiéndole del castigo divino y exigiendo libertad religiosa: “Es un derecho del hombre, y el privilegio de su naturaleza, adorar a cada uno según sus convicciones, pues la religión de uno no daña a los demás ni les sirve. No es una característica de la religión que la religión se imponga por la fuerza”. Tertuliano escribió un libro en la “Respuesta a los judíos”, en el que consideraba que la ley de Moisés no era necesaria para la salvación, ya que Cristo, creador de la nueva alianza, sacerdote del nuevo sacrificio y guardián del Había llegado el sábado eterno, y la ley de la justicia sólo tenía que dar paso a la ley del amor.
Hay dos libros importantes de Tertuliano que caen dentro del marco de sus escritos polémicos: “Sobre la presunción de herejías” y “La respuesta a Marción”. El primer libro es un estudio exhaustivo de la herejía desde un punto de vista legal y considera la herejía por elección ilegítima. Tertuliano consideraba que el tema de la disputa entre la Iglesia y la herejía era la Santa Biblia. La Santa Biblia es propiedad de la Iglesia, tal como está escrito en ella y para ella dice: “Ya que los herejes están armados con el Libro Sagrado, debemos ver claramente a quién pertenece el Libro Sagrado, para que no esté permitido. para ser utilizado por cualquiera que no tenga derecho a este privilegio”. A este respecto, Tertuliano subraya que el cristiano no “elige” la verdad que le agrada, sino que acepta la verdad que le transmiten los apóstoles. En cuanto a “La respuesta a Marción”, incluye respuestas a la herejía de Marción, quien rechazó la creencia en el Antiguo Testamento y todo lo mencionado sobre él en el Nuevo Testamento, basándose en su dicho de que el Dios bueno y misericordioso de Jesucristo no podía sé el mismo que el Dios justo y retribuyente del Antiguo Testamento. En esta respuesta, Tertuliano considera que Jesús expandió el judaísmo por todo el mundo. Dice: “Los mandamientos de la Torá fueron las primeras palabras en las que se reveló la bondad de Dios”.
Tertuliano escribió un ensayo sobre el “Bautismo”, un ensayo en el que el escritor discute con una mujer llamada Quintilla que se mostraba escéptica sobre el uso del agua en el bautismo. Tertuliano responde recalcando la importancia del agua y diciendo: “En cuanto a nosotros, los pececillos, que llevamos el nombre de Jesucristo, nacemos en el agua, y no somos salvos sino permaneciendo en ella”. Para entender lo que se quiere decir con la frase de Tertuliano, debemos señalar que el pez es un símbolo de Cristo en la Iglesia primitiva, pues el nombre del pez en griego consta de cinco letras, cada una de las cuales representa la primera letra del palabras de la siguiente frase: Jesucristo, el Hijo de Dios, el Salvador.
En cuanto a los escritos ascéticos de Tertuliano, son muchos, el más importante de los cuales es su libro “Sobre la oración”, donde encontramos un comentario al Padrenuestro. Tertuliano recomienda orar con el huésped, ya que para él la oración es una de las reglas de la hospitalidad cristiana. Dice: “Cuando un hermano entre en tu casa, no lo dejes ir sin orar. Se ha dicho: Quien ve a su hermano, ve al Señor. Especialmente si el huésped es un extraño, puede ser un ángel”. Tertuliano escribió “Sobre la paciencia”, considerando que “el amor, que es el secreto más elevado de la fe, ¿se puede alcanzar sin practicar la paciencia?” Tertuliano también escribió un libro “Sobre el arrepentimiento” en el que considera la existencia de un segundo arrepentimiento (una sola vez) en la iglesia después del bautismo, que es un arrepentimiento público “que se realiza a la entrada de la casa para ser abierto a quien quiera”. llama, pero sólo una vez, ya que es la segunda vez (después del bautismo)”.
Hay espacio limitado para que presentemos todo lo que escribió Tertuliano y encontremos beneficio en ello. Pero para concluir, y en las circunstancias que el mundo vive hoy en día de violencia, asesinatos y violaciones crecientes, basta decir con Tertuliano: “Aumentamos en número cuanto más nos cosechan”. La sangre de los cristianos es semilla”.
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Domingo 12 de mayo de 2002
Número 19