quinta historia
COMIENZA: Había pasado un año desde mi último encuentro con el turista, y cuando - finalmente - un golpe ahogado en la puerta y una voz suplicante […]
COMIENZA: Había pasado un año desde mi último encuentro con el turista, y cuando - finalmente - un golpe ahogado en la puerta y una voz suplicante […]
Se decía que uno de los padres estaba sentado en la lejana pradera y guardaba silencio, y un día su alumno le preguntó, diciendo: “¿Por qué, padre?”
De las enseñanzas de los padres, los ancianos del desierto - Segunda parte Continuar leyendo »
También dijo: “Si amáramos a Dios como amamos a nuestros amigos, seríamos bienaventurados, porque vi a uno que entristecía a su amigo, y ni siquiera encontraba la paz”.
De las enseñanzas de los padres, los ancianos del desierto - Tercera parte Continuar leyendo »
Mencionaron sobre uno de los hermanos que estaba al lado de un distinguido jeque, por lo que solía entrar a su celda todos los días y robar lo que encontraba.
De las enseñanzas de los padres, los ancianos del desierto - Cuarta parte Continuar leyendo »
Había un hombre llamado Dakias que vivía en una montaña de Jerusalén. No oraba con nadie en absoluto, y de repente se atrevió a servir en la Misa.
De las enseñanzas de los padres, los ancianos del desierto - Quinta parte Continuar leyendo »
Pregunta: “Dígame, Padre, cómo una persona controla su corazón, cómo lucha contra Satanás y si debe bloquear la entrada al habla”.
De las enseñanzas de los padres, los ancianos del desierto - Sexta parte Continuar leyendo »
Abba Sissawis Al-Saidi: Se decía de él que vivía en Ghaydah, y que otro anciano estaba enfermo en Al-Siq, y cuando escuchó eso, se puso triste, porque
De las enseñanzas de los padres, los ancianos del desierto - Parte Siete Continuar leyendo »
Un jeque dijo: “Conozco a una persona del pueblo de Al-Qalali que ayunó todo el Viernes Santo, así que cuando el momento de la reunión era la víspera de...
De las enseñanzas de los padres, los ancianos del desierto - Parte Octava Continuar leyendo »
Un hermano le dijo a Abba Timoteo: “Siempre me veo en las manos de Dios. Él le dijo: “Esto no es sorprendente, pero lo que es más sorprendente es que él ve”.
De las enseñanzas de los padres, los ancianos del desierto - Parte Nueve Continuar leyendo »
Otro dijo: “Si un joven no duerme sentado, mientras tenga la capacidad en su cuerpo, entonces es incapaz y negligente. Y cada joven se acuesta
De las enseñanzas de los padres, los ancianos del desierto - Parte Décima Continuar leyendo »
Este es el orden casto, amado por el Señor: que los ojos del hombre no se desvíen de aquí para allá, que mire sólo hacia adelante y no hable.
Abba Youssef le dijo a Abba Besir: "No puedo controlar mi lengua". El jeque dijo: "Si hablas, no descansarás".